San Carlos de Bariloche, El Bolsón, Villa Llanquín, El Manso y Dina Huapi ofrecen un gran número de atractivos y actividades para que vivas propuestas que van desde el senderismo en la montaña y el turismo activo, hasta opciones más tranquilas, como el turismo gastronómico y variadas excursiones lacustres.
San Carlos de Bariloche, con sus vistas panorámicas de ensueño, se encuentra entre los destinos predilectos del turismo nacional, ya que garantiza hotelería y gastronomía de primer nivel, así como múltiples opciones en contacto con la naturaleza, como el trekking.
La ciudad ofrece caminatas al Cerro Otto, al Refugio Berghof o a la zona del Valle de Challhuaco, mientras que entre los recorridos más populares de exigencia media y alta se encuentran los senderos al Refugio Frey, desde el cual es posible acceder a la Laguna Jakob; al Refugio Otto Meiling en el Monte Tronador; al Refugio Italia en la Laguna Negra y a la senda de Paso de las Nubes, con vistas increíbles desde sus puntos panorámicos.
Cuenta con la red de refugios de montaña más importante de la región, que se convierte en una alternativa ideal para disfrutar de la temporada de verano, e implica extensas caminatas y pernocte entre las altas cumbres, que invitan a compartir historias, experiencias y comida en los picos con otros senderistas y amantes del trekking.
Por otra parte, las salidas embarcadas se suman a las maravillas naturales que ofrece la ciudad, con numerosas excursiones que recorren el Lago Nahuel Huapi, partiendo todos los días desde Puerto Pañuelo. Entre estas se pueden nombrar a la visita a la isla Victoria y al legendario Bosque de Arrayanes, el cual deslumbra por la inmensa altura de los árboles y el inconfundible color azafrán de sus paisajes; o la excursión a la Cascada de los Cántaros y a Puerto Blest, donde la belleza y la majestuosidad del lugar deslumbra al instante a cada visitante.
La excursión al Circuito Chico es una actividad imperdible, que tiene como punto de partida el centro de Bariloche y costea la margen sur del lago Nahuel Huapi, atravesando la histórica Avenida Bustillo, donde se puede acceder a excepcionales puntos panorámicos dispersos en los kilómetros que la recorren y vislumbrar los atractivos que se encuentran en los alrededores del Hotel Llao Llao, el nacimiento del camino a Villa Tacul, sobre la bahía Llao Llao, o la pintoresca vista que ofrece el camino al pasar por el puente del arroyo Angostura, donde las y los visitantes podrán hacer una parada recreativa. Desde allí, un desvío llega hasta Bahía López, para seguir disfrutando del paisaje y la presencia de los cerros López y Capilla.
La gastronomía es otro de los protagonistas del turismo barilochense en verano, con los más deliciosos sabores listos para quienes visitan la zona, entre los que se pueden contar a los diversos establecimientos que producen los más deliciosos chocolates del continente, que se suman a las cervezas artesanales a base de productos regionales, el cordero patagónico y la trucha, productos típicos de la Región.
Disfrutá del Corredor Andino entre montañas y lagos
El Bolsón es la ciudad cabecera de la Comarca Andina del Paralelo 42, y desde allí se pueden disfrutar de lugares espectaculares que se encuentran a solo unos pocos kilómetros de viaje, como el Parque Nacional Lago Puelo, el Laberinto Patagonia en El Hoyo, el Parque Nacional Los Alerces y Piedra Parada.
Además, tan sólo unos pocos kilómetros al oeste de la localidad se encuentra el Área Natural Protegida río Azul y lago Escondido (ANPRALE), una zona que presenta diversos circuitos de trekking de media y extrema dificultad y también diferentes refugios de montaña que permiten pasar la noche, con el acompañamiento del cielo andino estrellado. Los ingresos al Área son limitados y, para acceder al lugar, se deberá registrar previamente en https://anprale.com/pre-formulario .
La producción de vinos también está a la orden del día en El Bolsón. Es que, ubicada en la subida al cerro Piltriquitrón, se encuentra la bodega de Bernardi, un establecimiento vitivinicultor que ofrece alojamiento, actividades de Turismo Rural, circuitos productivos y un recorrido por sus instalaciones, comenzando por los viñedos y finalizando en su bodega, donde se podrán degustar de deliciosos sabores regionales y maravillosas experiencias sensoriales.
La ciudad también es conocida por el Turismo de Bienestar, que incluye terapias complementarias a la salud, que involucran disciplinas como el yoga, el tai chí, los masajes y un sin fin de ofertas en los 13 centros holísticos.
Este verano visitá tres destinos perfectos con un contacto estrecho con la naturaleza
En los alrededores de Bariloche se encuentran tres de las localidades que, año a año, incrementan aún más su oferta turística y que proponen vivir la Cordillera desde la paz y tranquilidad, lejos de las aglomeraciones urbanas, con increíbles e inolvidables paisajes en cada rincón.
Se trata de Dina Huapi y Villa Llanquín, dos de los puntos turísticos emergentes de Río Negro, que buscarán aprovechar el gran afluente de turistas que tiene la región en cada invierno.
Dina Huapi es un lugar sumamente especial, ya que se ubica donde se unen la Cordillera y la Estepa y su posición geográfica, en la unión de los ríos Limay y Ñirahuau con el Lago Nahuel Huapi, la convierte en un lugar perfecto para los deportes de agua, como el windsurf y el kitesurf, además de ser la capital provincial de la pesca deportiva en su modalidad mosca, que conlleva un alto compromiso con la conservación del ambiente y de las especies naturales.
Quienes decidan visitar el lugar tendrán la posibilidad de realizar la excursión al cerro Leones, un bastión rocoso de un volcán extinto con cavernas que fueron habitadas durante más de 8.000 años por los más antiguos pueblos originarios de la región, que además cuenta con un espectacular mirador.
Por otra parte, Villa Llanquin es un poblado rodeado del río Limay, el cual se cruza a través de la pintoresca balsa Maroma, si llegas en vehículo, o una pasarela peatonal si accedes a pie. Allí el principal atractivo son los inmensos y maravillosos campos “Lavandas del Limay”, un emprendimiento que decora al pueblo en todos sus rincones, con sus más de 4.000 especies de lavandas y que ofrece recorridos inolvidables por sus pintorescas instalaciones.
El Manso, en tanto, es un paraje rural que se encuentra en el Valle del Manso, un paraíso escondido a un costado de la legendaria Ruta 40, entre Bariloche y El Bolsón, donde reina el silencio y la cordillera de Los Andes se presenta como un telón de fondo omnipresente y encantador.
Es un sitio ideal para actividades al aire libre y en especial aquellas que tienen a los ríos como protagonistas, con el rafting siendo la principal actividad del lugar, con alternativas que van desde la clase 2 hasta la clase 4 en dificultad, debido a las fuertes corrientes de los ríos del lugar.