La nueva infraestructura se pensó principalmente en función de los y las trabajadoras, para que puedan desempeñar sus tareas en un lugar amplio y cómodo, que les permita a su vez brindar una mejor atención a la población.
Actualmente los trabajos de la primera etapa tienen un avance del 75% y se prevé finalizar en noviembre de este año.
El edificio fue constituido en 1958, y su construcción permitió la consolidación y el crecimiento urbano del barrio Artémides Zatti (ex IPPV). La única ampliación que había tenido fue en 2010, por lo que mayormente se mantuvo la infraestructura básica y original edilicia, lo cual requería de un tratamiento, adecuación y actualización de gran envergadura.
Debido a la evolución tecnológica, al incremento del personal y atención al público, se evidenció un déficit de recursos que desembocó en problemas funcionales, pérdidas de operatividad y una menor calidad de accionar. Por lo que resultó necesario determinar espacios físicos que dieran respuesta a las nuevas exigencias laborales.
A raíz de esta situación se firmó un contrato con la empresa contratista Lozzano Alejandro Enrique, para comenzar la remodelación y ampliación avanzando por áreas y sujeto a la terminación por sectores para que el personal siguiera trabajando de manera gradual.
El objetivo principal fue contribuir al ordenamiento físico-funcional del establecimiento reubicando las áreas de trabajo para un mejor desenvolvimiento de las tareas en ámbitos adecuados y remodelados, permitiendo también una mejor atención e interacción con el público, a la vez que jerarquizar la imagen externa del instituto en el tratamiento de sus espacios exteriores.
“Así como el IPPV construye viviendas para la comunidad rionegrina, sus trabajadores también merecen tener un edificio en condiciones idóneas para poder brindar una mejor atención y un eficaz desempeño laboral diario”, enfatizó la interventora del organismo, Inés Perez Raventos.