Los tanques de agua son un elemento indispensable en cada hogar ya que brindan una reserva de agua fundamental para asegurar la disponibilidad del recurso aun cuando se debe interrumpir el servicio.
No obstante su correcto mantenimiento es fundamental para asegurar la calidad de nuestra reserva personal, por ello recomendamos asegurar el correcto estado del mismo y limpiarlo al menos dos veces al año. Se trata de una práctica sencilla que puede realizarse siguiendo estos pasos:
1. Cerrar la llave de ingreso de agua al tanque, cerrar la válvula de la cañería de distribución interna y abrir la válvula de desagote hasta que quede un fondo con 15 centímetros de agua, sin agitar el resto ni la suciedad que contiene.
2. Limpiar el fondo, las paredes y la tapa del tanque con la ayuda de un cepillo o escoba de plástico. Sólo usar agua, nunca utilizar un elemento de metal ni productos de limpieza.
3. Vaciar y enjuagar el tanque varias veces, siempre utilizando la válvula de desagote.
4. Llenar el tanque hasta la mitad con agua. Agregar, por cada 1.000 litros de agua, 1 litro de lavandina concentrada o ½, si el tanque es de 500 litros.
5. Una vez lleno el tanque, dejar actuar como mínimo durante tres horas. Eliminar el agua por la cañería de distribución, abriendo todas las canillas de la casa. Nuevamente, llenar y vaciar el tanque hasta eliminar el exceso de cloro.
6. Llenar el tanque y poner en servicio.